jueves, 27 de septiembre de 2012

Tengo 34 años, o casi  35 como me diría mi hermana.

Me llamo Laurenciana, puaj!, a algunos les gusta, pero para mí , mi nombre, siempre fue como un ladrillo colgandome del cuello y rebotando sobre mi culo cada vez que caminaba.

A los 8 años una maestra de dibujo tuvo el buen tino de decirme Lali y yo, ni lerda ni perezosa lo adopté permanentemente. Ya sé que es mucho mas impersonal y que mi nombre real tiene mucha más actitud, pero yo no tengo actitud, así que no tengo por qué hacerme cargo.

Nací en una localidad del sur del conurbano bonaerense (me encanta decir conurbano bonaerense), zona de casas bajas, chalets, arboles con bolitas que en primavera dejaban todos sucios los autos que estaban estacionados en la calle.

Cuando tenía 6 años nos mudamos con mi familia, madre, padre, hermana y yo, a una casita. Recuerdo que fue cuando me bajaba del auto para conocer mi nuevo hogar que lo ví.

Era verano y jugaba con otros dos chicos a la pelota en la vereda. Eran esas epocas que dejabamos la apuerta abierta de la calle y los chicos salíamos a jugar hasta casi la noche.

Tengo grabada en la memoria todavía cuando se acercó a donde yo estaba, paradita, sin moverme, mirándolo y me dijo:

"Hola, soy Manuel, vos venís a vivir acá?"

Ahí me enamoré.

1 comentario:

  1. Aaaaa me encanto!!!reciente empeze a leer y creo que tenes el blog abandonado :(

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