miércoles, 17 de octubre de 2012

Vamos a decir la verdad. Así se los digo, así nomás de guapa que soy.

No soy una freak que anda célibe por la vida pensando en su amor puro e imposible como si estuviéramos en una novelita de cuarta.
Hubo otros tipos señores!!! claro que los hubo!

Tampoco es que faaaaaa, tuve un montonazo de masculinos en mi haber, pero me mantuve entretenida éstos años mientas trato que Manuel se dé cuenta de una buena vez por todas que soy la mujer perfecta para él.

Obvio que me rompe las pelotas que anden diciendo por ahí que se va a casar con Laura (flor de hija de puta que sabía que Manuel era el hombre con el que había soñado toda mi adolescencia, post adolescencia, adulto joven y bueno, ahora también), pero no soy tan tarada, sé que no me sirve de nada y está bueno adquirir un poco de experiencia en la materia.

Más o menos a los 16 años me empecé a dar cuenta de ésto que comento. Si seguía esperando capaz me pisaba un coche cuando salía a comprar pan o un paquete de Melba (que ya no las hacen como antes, no tienen ese gustito amargo como de café, malditos comerciantes) y nunca iba a conocer lo que era dar un beso en la boca!

Sí, un poco tarde me acordé. Para ese entonces las únicas que no habíamos besado éramos Yamila y la que escribe. La cosa se puso densa cuando una mañana de un lunes (me acuerdo patente patente), Yamila, que pobrecita era una chica muy poco agraciada, viene con la noticia que "había apretado" con un pibe. Obviamente todas la felicitaron, le pidieron que contara la experiencia e inevitablemente empezaron a burlarse porque yo era la única que nunca había dado un misero beso a nadie.

Por supuesto, con mi inseguridad a flor de piel, se me ocurrió inventar que sí había dado un beso pero que no lo había contado porque no quería que mi mamá se enterara. Obvio, era mentira, pero no podía ser la única! Ahora me hubiera importado tres pitos (no dos, tres), pero en ese entonces la pertenencia lo era TODO.  No sé que fué peor, decir que no quería que mi mamá se enterara que había dado un beso a los 16 años o abrir la puerta a una bandada de preguntas sobre el sujeto, objeto del beso en cuestión. Me hice la misteriosa diciendo que algún día les iba a contar y bla bla bla, pero internamente mi cabeza ya estaba a mil pensando donde iba a conseguir un muchacho que estrenara mis labios vírgenes.

Todo ese tiempo mi mayor anhelo era guardar ese primer beso para Manuel, me había imaginado un millón de veces como iba a ser pero ahora estaba entre la espada y la pared, no podía echarme atrás, yo ya había besado y esa  era la única versión.

Mi objetivo estaba decidido. No sabía como, pero iba a agarrar un fin de semana a Germán, el mejor amigo de mi primo y de alguna manera lo iba a besar.

6 comentarios:

  1. Lali, leí todo.

    Soy fan, ardiente y furibunda.

    Un abrazo

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  2. Recién paso por el blog, leí todas las entradas... Quiero saber mas de Manuel por diosssss jajajaja...
    Pregunto: el alguna vez supo lo que a vos te pasa?
    Que amiga te pegaste con Laura eh! Yo siempre dije, los chicos que le gustan a mis amigas estan en la lista de prohibidos!!!

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  3. Narvandi, jajaaajajaa, me hiciste reir!!!! y también me da un poco de miedo...jajajajaj

    dejatellevar, uhhhh, tengo miles de cosas que contar de Manuel...si supo en un momento lo que me pasaba pero ahora no sé...gracias por leerme!!!!!!!!!!!!!

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  4. Hacía mucho no leía un blog tan (no sé si divertido sea correcto) tan como el tuyo... me encanta
    Soy tu fan!
    Grisel

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  5. Grisel, jajaja, tengo una fan! tengo una fan!!!!!

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  6. Estrellada:muy bueno!

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